Niños inmigrantes en las escuelas chilenas: Estudio advierte de “ghetos”, “folclorización” y “bullying”

file_20161206135704La investigación, realizada por la Superintendencia de Educación, revela que en el país se estarían formando “escuelas para migrantes” y que, en general, no se generan relaciones entre niños chilenos y extranjeros.

Un estudio elaborado por la Superintendencia de Educación levantó la alerta sobre una serie de situaciones que estarían afectando a los niños inmigrantes que ingresan al sistema escolar chileno.

La investigación -que fue realizada en cinco establecimientos de cuatro comunas de la capital con alta matrícula de extranjeros- reveló que existe un riesgo de “guetificación” de esos alumnos. Esto ya que algunos colegios -para evitar los trámites que implica regularizar la situación académica de esos niños-, prefieren derivarlos a otros recintos que sí están dispuestos a hacerlo. Eso haría que se formen verdaderas “escuelas para migrantes”, lo que no contribuye a la inclusión.

El estudio también advierte un peligro derivado de la “folclorización” que se da en esas escuelas, esto es, que se realicen constantes muestras culinarias, cantos y bailes típicos de cada país. Aunque dice que es positivo visibilizar a las otras culturas, “no se puede presentar la diversidad sólo como un hecho anecdótico”, sin que tenga un real impacto en el currículo de los colegios.

“Mostrar los bailes típicos, las fiestas patrias, es importante, pero es un nivel de trabajo todavía muy básico, que no permite permear el currículum para lograr aprendizajes más significativos. Tenemos que avanzar en la superación de esta folclorización para lograr que los contenidos también estén presentes en el currículum”, señala el antropólogo Rolando Poblete, quien participó en el estudio.

Finalmente, la investigación constata la existencia de prácticas discriminatorias y de bullying, que si bien son transversales en todo el sistema educativo, en el caso de los migrantes se expresa a través de “ofensas por el color de piel, tipo de pelo, modo de hablar, indiferencia, burlas, bromas y hasta agresiones físicas”.

De todas formas, Poblete explica que “no existen situaciones tan extremas de bullying, que sean del todo preocupantes”.

Aseguran que niños colombianos se juntan menos con chilenos

Un punto que llamó la atención a los investigadores es que, “en general, no se generan relaciones y vínculos activos entre niños chilenos y migrantes”, lo que se hace “mucho más fuerte” a medida que crecen.

“Por ejemplo, en el liceo (Confederación Suiza) nos comentaban que, en general, los niños colombianos no se juntan con los chilenos ni tampoco con los peruanos o ecuatorianos, tienden a agruparse y generar relaciones entre ellos sin necesidad de vincularse a otros”, señala Poblete.

En su opinión, esto “podrá tener con la edad o con la necesidad de buscar grupos de referencia, pero también es un desafío si queremos una inclusión mucho más activa”.

“Mostrar los bailes típicos, las fiestas patrias, es importante, pero es un nivel de trabajo todavía muy básico, que no permite permear el currículum para lograr aprendizajes más significativos” Roberto Poblete, antropólogo

El estudio también detectó algunas prácticas positivas, como que los profesores, en general, tienen la voluntad de ayudar a que los niños extranjeros efectivamente puedan aprender, por ejemplo, explicando veces los contenidos si es necesario. Además los propios docentes tratan de introducir cambios en el currículum, incorporando perspectivas distintas, de modo de “lograr un aprendizaje más significativo en los niños” inmigrantes.

Al comentar los resultados de este estudio, el superintendente de Educación, Alexis Ramírez, sostuvo que “en este cambio de paradigma (que supone la llegada de inmigrantes), justamente la escuela toma un rol gravitante en materia de inclusión, de respeto, igualdad de oportunidades y valorización de la diferencia”.

También remarcó que “en nuestras escuelas no debe importar cómo llegaron los padres de los niños a Chile ni tampoco su estatus legal, todos tienen derecho a la educación”. “Es hora de dejar atrás las miradas estrechas de la ciudadanía, los miedos, los prejuicios, los estereotipos y la discriminación”, subrayó.

Según las cifras del Mineduc de 2015, de los 3 millones 550 mil estudiantes matriculados en el sistema escolar chileno, sólo el 1% son migrantes, los cuales proceden principalmente de Perú, Bolivia, Argentina, Ecuador, Uruguay, Colombia, Venezuela, República Dominicana y Haití.

Fuente: Emol