Un niño de ocho meses entre los 104 menores de Antofagasta que registraron altos niveles de plomo en la sangre

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Estos alarmantes resultados dan cuenta de la situación que viven las personas expuestas a los desechos que provoca el acopio de concentrado de cobre y son producto de una fuerte campaña de sensibilización ciudadana en una zona que supera con creces los índices detectados en la escuela de La Greda y donde los intereses económicos han influido en que la solución parezca más lenta de lo que pudiera esperarse.

Hoy se difundieron los resultados de los exámenes practicados a 104 niños de los jardines Semillita y Los Pollitos, de Antofagasta, expuestos a metales pesados a raíz de la contaminación derivada del concentrado de cobre que se acopia en un galpón del puerto de esa ciudad.

Las muestras tomadas por el Departamento de Química de la Universidad de Antofagasta, arrojaron los siguientes resultados, sobre los que hay que tener en cuenta que el límite de plomo en la sangre establecido por el estándar internacional es de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre (ug/dl):

11 niños con 60 (ug/dl) 79 niños que registraron entre 10 y 45 (ug/dl), entre los cuales se cuenta un niño de 8 meses de edad que registró 40. Cuatro niños con un nivel entre 45 y 60 (ug/dl) y 10 niños que tenían bajo 5 microgramos de plomo en la sangre. Ayer los padres fueron citados para ser notificados de los resultados, aunque estos serán sometidos a una contramuestra que se hará en dependencias del Instituto de Salud Pública.

Pero estos resultados que generan alarma en la comunidad tienen que ver con la implementación del proyecto“Recepción, acopio y embarque de concentrados de cobre”, aprobado en 2012 para ofrecer estos servicios a las mineras del Norte Grande, usando instalaciones que se encuentran en medio de la ciudad de Antofagasta. El proyecto inicial consideraba transportar a través de trenes, y eventualmente de camiones, suministrados por la empresa Ferrocarril Antofagasta Bolivia FCAB , sin embargo, producto de recursos presentados por concejales y la diputada Paulina Núñez (a destiempo), se generó un retraso de 7 meses en sus expectativas, por lo que Antofagasta Terminal Internacional, ligada al grupo Luksic, decidió realizar los embarques de este material en otras instalaciones a su cargo, precisamente las que se encuentran en el centro de la ciudad,

Un grupo de ciudadanos, al enterarse de esta nueva acción que agravaba aún más la situación de contaminación histórica que existe en los alrededores del Puerto de Antofagasta, decidió hacer una campaña de denuncia. La campaña se basó en la creación de un video en que se invitaba a los ciudadanos a mostrar el polvo negro que se sedimenta en ventanas y suelos de los hogares de la ciudad. De esta forma, se advertía a la ciudadanía que el material era producto del traslado, acopio y embarque de concentrado de cobre.

En marzo de 2014, el Colegio Médico ya había tomado muestras entre las personas expuestas a este polvillo y había encontrado la presencia de al menos 19 metales pesados presentes en él, metales que evidentemente se encuentran en el concentrado de cobre. Estos metales, según informes del mismo Colegio Médico, se asocian al origen de diversas enfermedades. La campaña comenzó a virilizarse y mediante acciones coordinadas en grupos de 10 a 20 ciudadanos exigiendo, por Ley de Transparencia, documentos a la seremi de Salud y a la Superintendencia de Medio Ambiente.

Sin embargo, el intendente Valentín Volta desestimó los estudios del Colegio Médico y acusó a este movimiento de estar “generando alarma en al población sin tener autoridad ética para hacerlo”. Esta palabras “solo generaron mayor rechazo en la ciudadanía por el nulo actuar del gobierno y acrecentaron las simpatías por este movimiento. Mientras tanto, un grupo de nosotros solicitó por Ley de Transparencia los resultados de un breve estudio hecho por el Instituto de Salud Pública (ISP) en abril del presente año con muestras del polvo negro recogidas en 27 lugares de la ciudad”, dice el profesor Ricardo Díaz, uno de los impulsores de la campaña.

Pero Díaz agrega que estos resultados permanecieron ocultos durante meses para la ciudadanía. Una vez conocidos los resultados, se comprobó que, en el caso del arsénico, el informe del ISP reveló que en Antofagasta arrojó 1.492,1 mg/kg, cuando el máximo permitido por el estándar internacional es de entre 12 y 20.

En el caso del plomo, el valor de referencia es de 20 mg/kg, según la norma de la UE, 50 para Suiza, 140 para Canadá; Asimismo, los resultados de mayor valor encontrados sobre el plomo fueron de 3.968,4 mg/kg, presentes en el suelo de la ciudad de Antofagasta, es decir, cantidades extraordinariamente altas.

Todo este ambiente de presión ciudadana provocó que fueran tomadas muestras en la población en el Servicio de Salud local, pero el desperfecto en una máquina obligó a que fueran encargadas a la Universidad de Antofagasta, donde los resultados fueron como se describió: alarmantes.

Entre las medidas de corto plazo están la limpieza del borde costero, que aún no se ha materializado, y contar con un delegado presidencial que tome medidas inmediatas para abordar el tema.

Fuente: El Mostrador