Siete de cada diez niños chilenos han sufrido violencia

Según la Unicef, es un fenómeno extendido en el país, que se da en todos los niveles socioeconómicos y que no ha mejorado mucho en los últimos años.

Nadie puede quedar indiferente ante las dramáticas historias de violencia contra niños o adolescentes que conocemos frecuentemente a través de los medios de comunicación. Pero aunque a muchos chilenos estas realidades les parezcan lejanas, lo cierto es que son mucho más cotidianas de lo que pensamos. Según cifras recogidas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 71% de los niños chilenos ha sufrido alguna vez violencia física o psicológica directamente de parte de sus padres.

“Es una realidad dramática y transversal que no ha mejorado mucho en los últimos años”, asegura Candy Fabio, coordinadora de programas sociales de la Unicef.

Fabio explica que en 1994 cuando hicieron la primera medición en Chile (que se hacen cada seis años), un 77,4% de los niños aseguró haber sufrido violencia física y psicológica, y hoy esa cifra llega a 71%. “Es decir, siete de cada diez niños han sufrido maltrato alguna vez y esta tendencia se sostiene, la disminución que se ha producido es mínima”, afirma.

Según estos datos, el 25% de los niños ha sufrido violencia física leve y el 25,9% experimentó violencia grave; 19,5% sufre violencia psicológica.

Todos estos números negros son complementados por Carol Bown, subsecretaria de la Niñez, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. “Estamos peor que las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es con los que nos gusta compararnos”, apunta.

Por ejemplo, las tasas de muerte de niños entre 0 y 19 años por causas de violencia en la OCDE son de un 0,65 por cada cien mil habitantes y nosotros estamos en 1,9 por cada cien mil. Lo mismo ocurre con las tasas de suicidio, en la OCDE es 6,1% y en Chile es 10,3%.

Cambio de paradigma

Uno de los grandes problemas que destaca la subsecretaria Bown es la “normalización de la violencia contra los niños” y esto -a su juicio- demuestra que Chile no sólo requiere un trabajo integral del Estado y de todos sus ministerios en conjunto, sino que también requiere un cambio de paradigma social.

“Debemos generar la conciencia de que nunca es normal maltratar a los niños, aún cuando estemos cansados, desesperados, abrumados”, afirma la subsecretaria, quien agrega que debemos tomar conciencia de que la violencia psíquica y física contra los niños “va a tener efectos inmediatos y también a largo plazo en ellos y en toda la sociedad”.

Para la coordinadora de Unicef, “lo más complejo es que el maltrato es un tema extendido en nuestra sociedad, que está en todos los niveles socioeconómicos”.

Explica que muchas veces los adultos no dimensionamos el problema y minimizamos algunos hechos de violencia, pensando, por ejemplo, que tirarles el pelo, gritarles el pelo o tratarlos de “tontos” no los afectará, pero no es así.

“Esos niños tienen serios problemas académicos o están siempre alertas para no ser maltratados nuevamente, por lo que tienen rabia, se llevan mal con sus pares o tienen tendencias suicidas. Y cuando son adultos reproducen estas conductas e sus familias”.

Tanto la subsecretaria como la funcionaria de Unicef, aseguran que, si bien nada justifica la violencia, se pueden buscar sus causas en temas sociales que puede ser abordados con un trabajo intersectorial, en el colegio, en las familias, y en el Estado, desde todos los ministerios.

Graves consecuencias

El doctor Carlos Becerra, presidente del Comité de Pediatría Social de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), destaca que la violencia intrafamiliar es uno de los factores de riesgo más importante para un adecuado desarrollo de los niños.

“Este es un tema de salud pública que atañe a varios sectores además de la Salud”, apunta Becerra, que considera necesaria una política de Estado que se preocupe del desarrollo integral de los niños.

Fuente: La Hora