Reflexiones a partir de una discusión difusa

Por Nury Gajardo
En un mundo donde el modelo neoliberal se manifiesta mostrando y reforzando un mundo ideal para niñas y niños, en donde una oportunidad tiene la posibilidad de convertirles en príncipes o princesas, hay una posibilidad que no existe hasta la fecha, ser sujetos plenos de derechos, participes activos de su sociedad.
Hoy tenemos una gran oportunidad, a 25 de la Convención de derechos de los Niños, estamos ad portas de -por fin- tener una ley de garantía de derechos para todos/as los niños y niñas que viven en Chile, un marco legislativo que garantice sus derechos y en donde las familias cumplan efectivamente su rol de cuidado y protección.
Llamamos a que hoy no utilicemos a los niños como los sujetos de una discusión política que plantee mitos en relación a la nueva ley de garantía de derechos. Hay sectores que quieren confundir.
Pero no hay que confundirse, el Estado debe asegurar los marcos legales que aseguren las condiciones de igualdad, ese es un compromiso país adquirido tras la firma de la Convención.
Creemos que es importante generar con los niños y las niñas procesos de participación en donde aprendamos, tanto ellos como nosotros los adultos y adultas, a escucharnos y dialogar en conjunto, para fomentar una sociedad que respeta a sus integrantes más pequeños. La autonomía progresiva es un principio fundamental de la Convención, el respeto a este principio nos obliga a comprender la niñez como los sujetos de derechos que son.
No fallemos nuevamente a los niños y niñas que habitan en nuestro país, no generemos climas erráticos que confundan a generar inseguridad en la ciudadanía.
* Nury Gajardo Díaz es vocera del Bloque por la Infancia y representante nacional de la Red de ONG de Infancia y Juventud de Chile (ROIJ-Chile)