Adiós a las hadas y princesas: Científicas crean kit de juegos para escapar de los estereotipos y estimular la ciencia en las niñas

iconojulietaweb_816x428La brecha de género es evidente en una infinidad de temas, pero en disciplinas como la ciencia es especialmente preocupante. Según la UNESCO, la participación femenina en carreras científicas alcanza un 23%. Por otra parte, entre el año 2001 y 2015 un 27% del total de los proyectos Fondecyt fueron adjudicados por mujeres, por nombrar solo algunos datos. Conscientes de la problemática y teniendo en cuenta que es en la infancia donde se comienzan a dibujar las primeras diferencias entre niños y niñas, un grupo de científicas y comunicadoras de los centros FONDAP CONICYT Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA) y del Instituto Milenio de Ecología y Biodiversidad (IEB), lanzaron el concurso Julieta en la tierra de las niñas.

El programa forma parte de Explora Conicyt y consiste en la entrega de un kit científico ilustrado con el personaje Julieta, el cual se entregará a colegio vulnerables de la Regiones Metropolitana y del Bío Bío. Además se podrá acceder al pack a través de un concurso, en el que niñas de 7 a 11 años deberán enviar una pregunta hasta el 19 de mayo sobre alguno de estos tres temas: Clima (lluvia y nubes), Geología (Cordillera de los Andes y rocas) y Biodiversidad (animales y plantas).

El objetivo, comenta la periodista científica y directora del proyecto, Sofía Otero, es despertar la curiosidad científica en niñas a través del juego y la observación en terreno, pero no solo a aquellas que tienen una inclinación por el tema, sino que está pensado para todas las niñas. Dentro del programa, además, están contempladas dos salidas a terreno. La primera de estas para este viernes 13 de mayo en el Cajón del Maipo, y la próxima en algún parque nacional aún por definir, en los alrededores de la octava región.

La iniciativa, cuenta Otero, nace a partir del deseo de hacer algo dedicado a las niñas y de la frustración que sentían al pensar en que la oferta de juegos a los que tanto ellas como sus hijas han tenido acceso no hacen más que perpetuar los roles tradicionales de género. El proyecto, se puede leer en su sitio web, surge como una, “alternativa a los juegos del té y planchado que, por ejemplo, ofrece el mercado, teniendo en cuenta que los juguetes en la infancia tienen un papel determinante en la construcción de roles e identidad”.

“Desde chicas hay una noción de que las mujeres son mejores para ciertas cosas y no tan buenas para otras, pero hasta cierta edad el rendimiento entre niñas y niños es parejo. Es a partir de enseñanza básica que se empiezan a notar diferencias”, cometa la directora acerca de la brecha que separa a hombres y mujeres en la ciencia.

Resultados como los obtenidos en la última prueba Simce de Matemática para niños de 4°básico ayudan a reforzar esta idea. Tanto hombres como mujeres obtuvieron los mismos resultados. Además hace algunos días Comunidad Mujer dio a conocer el primer estudio sobre desigualdad de género en el ciclo de vida: “Género, Educación y Trabajo: la brecha persistente”. Entre los hallazgos se confirma que las mujeres tienen más habilidades que los hombres en los primeros años de vida, pero que al poco tiempo la situación se revierte.

Para Otero esto se debe principalmente a un tema de motivación en la infancia temprana. Mientras a las mujeres se les motiva a seguir roles tradicionales, a los hombres se les incentiva en temas como las ciencia y la matemática. Además de las barreras de ingreso, una vez que la mujer se inserta en el mundo científico, enfrenta las barreras laborales, asegura la periodista científica. La maternidad y el cuidado del hogar, responsabilidades impuestas culturalmente a la mujer, le hacen ir perdiendo terreno. “Todavía son las mujeres las que se hacen más cargo de esos roles y van dejando de lado sus carreras profesionales”, dice Otero.

Por lo mismo la directora del programa cree que el primer paso para disminuir la abismante brecha de género que existe en disciplinas como la ciencia reside en evitar estereotipar. “Que ni los productos, ni las carreras, ni nada venga estereotipado desde antes sobre quién puede tener una mejor o peor performance sobre un área. Los mismos juguetes, no asociarlos nunca a un género, sino a un interés que puede estar presente en cualquier ser humano”, finaliza.

Fuente: El Mostrador